Aletas y Escamas. En la porción Sheminí, la Torá identifica a los dos factores determinantes del pez considerado kosher, las aletas y las escamas. Nuestros sabios definen a las aletas como lo que le permite al pez nadar, mientras que las escamas son su armadura, pequeñas corazas superpuestas. Los sabios señalan que todo pez que tiene escamas también tiene aletas, lo que nos lleva a una pregunta obvia: sabemos que la Torá no contiene nada superfluo, y si todo pez que tiene escamas también tiene aletas, ¿para qué especifica que tiene aletas? Nuestros sabios explican que no hay otra razón para subrayar este hecho salvo la de "engrandecer y realzar la belleza de la Torá", (iagdil Torá vaiadir). El rey Salomón construyó una piscina en el templo, simbolizando el mar de la Torá. Rabí Akiva comparó al pueblo judío con un pez nadando en el océano de la Torá. Hay una conexión intrínseca entre el pez y la esencia de la Torá que especifica a las aletas con el sólo propósito de realzar y embellecer. Más aún, la palabra hebrea para "realzar", lehadir, comparte la raíz alef dalet reish con el mes de Adar, cuyo mazal ("signo del zodíaco") es el pez. Además, lehagdil, "engrandecer", también contiene las letras hebreas dalet, guimel, que forman la palabra dag, "pez".
Najmánides hace otra observación interesante acerca de las aletas y las escamas. Dice que los peces que tienen estos dos elementos usualmente nadan cerca de la superficie del agua, viviendo la experiencia del agua y el aire simultáneamente. Esto es lo que los hace kosher. El pez que no posee aletas y escamas vive cerca del lecho marino, haciéndolos más propensos a producir enfermedades y por lo tanto no aptos para el consumo tanto físico como espiritual.
Instituto Gal Einai de Israel
Centro de difusión de Cabalá y Jasidut de Rav Itzjak Guinsburgh Shlita
La Dimensión Interior
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