Plaza de Sant Felip Neri |
Disertante: Dr. Jaim Frim
"Dáat
pertenece al cerebro, a la mente, y tiene la capacidad de hacer que
aquello que pensamos se transforme en sentimientos debido a que
recibe una influencia que está por encima de la mente consciente.
Del mismo modo, tiferet
tiene la capacidad de interincluir todas las sefirot,
de hacer que todas funcionen en forma coordinada a pesar de ser
algunas de ellas opuestas entre sí, como el caso de jésed
y guevurá.
Eso
es posible
porque
tiferet
al igual que dáat,
tiene un poder que viene de lo alto, por encima de la mente. Por una
lado daát,
tiene
la capacidad de captar aquello que capta la mente consciente; y por
el otro, tiene un poder especial en su interior que proviene de
encima del intelecto y que le permite decidir y conocer la verdad a
pesar del juicio [creado
en el proceso intelectual].
Sabemos que todo juicio consciente de una persona es limitado porque
no puede percibir todo lo necesario para conocer la realidad. En
general, lo que percibimos es algo superficial; sólo vemos lo que se
desprende de las cosas que tenemos alrededor; por ende no vemos su
esencia. El daát
hace que sintamos esa conexión con Dios en lo profundo de nuestro
inconsciente. Sin embargo, si nuestra mente o imaginación está
refinada, la conexión con Dios puede revelarse también en forma
consciente."
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